"La felicidad en casa del pobre dura poco".
Aparentemente así le ha pasado al mundo del atletismo con la Grand Slam Track, la ambiciosa liga que prometía revolucionar el deporte y parece haber terminado en cuestión de meses, sumida en deudas y promesas incumplidas.
Lo que comenzó como una propuesta innovadora liderada por el medallista olímpico Michael Johnson, hoy enfrenta una crisis financiera que amenaza su continuidad en el futuro.LEER MAS AQUI...